
Érase en los EEUU un día de grandes descuentos en los comercios y se llamaba Black Friday. Con los años viajó a otros países y creció en Black Week hasta llegar a ser Black Month. Lo que antes era un día, ahora es prácticamente un mes de descuentos. Si lo juntamos con las rebajas de verano y las de invierno, las Middle Season Sales y ofertas flash... se nos queda un año de descuentos, promociones y la casa llena de cosas que no necesitamos.
Ya os hablé en otros posts sobre mi interés en un consumo más consciente. Hay numerosos estudios sobre el efecto que tienen las rebajas, los descuentos y diferentes clases de promociones en los consumidores. Compras compulsivas, sobreendeudamiento, artículos que están por encima de nuestro poder adquisitivo, aun rebajados, etc.
¿Cómo no nos vamos a dejar llevar por la publicidad consumista? Los que compran siempre van arreglados, con estilo, sonrientes, alegres. No compras ropa, compras amistad. No compras joyas, compras amor. No compras complementos, compras éxito. ETC... Intentamos llenar nuestras vidas vaciando nuestras cuentas corrientes. Y la felicidad no está ahí. Ni la amistad. Ni el amor. Sólo más deudas.
Si tienes una tarjeta de crédito sabes que es pan para hoy y hambre para mañana. Te puede sacar de un apuro puntual, pero si la usas de forma habitual al final vives cada mes con un sueldo y medio, comiéndote la nómina del mes siguiente antes de ganarla y cobrarla incluso. Si le añadimos compras continuas, ofertas que "no podemos dejar escapar". La situación se agrava.
Necesitas ese 3 por 2? ¿Necesitas otro par de zapatos más? Hace cuánto que no revisas tu armario? ¿Tus cajones?
Si lo que vas a hacer es adelantar las compras de Navidad y no hacer compras compulsivas ( o al menos esa es la idea) te recomiendo los siguientes tips:
- Haz una lista con lo que vas a comprar por cada persona a la que le vas a regalar algo en Navidad.
- Mira en internet para inspirarte, ver los productos y saber precios aproximados para que luego vayas a los estantes que te interesan y no vayas como un peregrino al centro comercial.
- Ve sólo a las tiendas donde sabes que encontrarás el regalo que buscas. Si no vas a comprar ropa interior, no entres en una tienda que no tiene más que eso.
- Cuando llegues a la tienda que te interesa, centra la mirada en aquella zona que te interesa. Si vas a comprar ropa de chico, dirígete directamente a esa sección y no pases por la de chica para ver qué cosas han puesto con oferta.
- Guarda cuidadosamente todos los tickets. Si finalmente has caído en la trampa y has comprado cosas de manera impulsiva, podrás recuperar el sentido común en casa y devolver esa compra.
- Hay personas que hacen una compra online en un estado de enajenación y sólo después se dan cuenta plenamente de que han llenado el carrito y han metido los datos de su tarjeta sin pensar. Haz las cosas despacio, guarda el carrito y vuelve más tarde para pensar si realmente te hace falta todo lo que has metido en él.
Recordemos que lo verdaderamente importante ya lo tenemos en casa y que los regalos no tienen que meternos en deudas hasta las próximas Navidades. ¡Felices compras conscientes!
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