Digo mundo porque es todo un mundo lo que hay detrás y sólo estoy viendo la punta del iceberg. En 2010 se contaba con más de 3400 editoriales registradas, entre públicas y privadas. Hay que tener en cuenta que cada una es un pequeño mundo a su vez. Las hay especializadas y generalistas, dedicadas a los clásicos o a algún género en concreto, científicas, divulgativas, infantiles, de libros de cocina, de idiomas y un larguísimo etc. y etc. Las editoriales reciben muchísimos manuscritos cada día y es realmente difícil llegar a interesar alguna.

Volviendo a las estadísticas, según la agencia ISBN en 2016 se publicaron 81.391 libros en España. Teniendo en cuenta la cantidad de propuestas que reciben es muy poco. La edición digital va ganando más importancia mientras que el papel, según muchos, irá desapareciendo. He de decir que soy muy fan de los libros electrónicos. Recuerdo cómo eran mis viajes de hace años, un verdadero suplicio por el peso que representaban los libros que me llevaba y ahora puedo contar con más de 200 en mi pequeño Kindle.
El formato electrónico no representa más de un 5% de los ingresos totales de la industria pero aún así van en aumento. La protección adecuada de la propiedad intelectual también supone un desafío teniendo en cuenta que es muy fácil descargarse gratis libros en pdf y leer en el móvil, portátil, etc. Es uno de los frenos principales por los que no se invierte más en los nuevos formatos como pueden ser también los audiolibros. A pesar de las innegables ventajas del formato electrónico, todos coincidimos que el papel es insustituible. Ese olor a libro nuevo, las hojas que aún no ha leído nadie, el movimiento de pasar las páginas... Pero también un libro antiguo con su olor a historia, dedicatorias escritas a mano por escritores fallecidos, el libro favorito que tiene la tapa destrozada pero es un verdadero tesoro...
Son tantas las distracciones que tenemos hoy en día para ocupar nuestro tiempo libre: juegos, plataformas de series y películas, redes sociales, aplicaciones móviles, etc. En mi opinión nada de lo que acabo de mencionar cultiva a desarrolla a una persona como la lectura que te hace viajar sin moverte del sitio, aumenta tu vocabulario, te ayuda a aprender nuevos idiomas, te abre a experiencias que no has vivido, recrea mundos que nunca han existido y jamás existirán.
Y volviendo a mi proyecto particular, como veis ya he empezado a entrar en contacto con las editoriales. ¡Veremos si hay suerte!