
¿Has oído hablar de los bloqueos mentales? Pues no son ningún mito.
Son aprendizajes cogidos a lo largo y ancho de nuestra vida que, por alguna razón, en vez de facilitarnos las cosas, están jugando en nuestra contra. Aquí te nombro algunos para que reflexiones, si quizás, la razón de que te estés esforzando sin obtener resultado, seas tú.
1. Autoexigencia.
Está bien poner el listón alto e ir a por todas. Lo que no está bien es tratarte peor que a cualquier otra persona. Darte con un látigo imaginario cuando a otros les perdonas flaquezas peores. ¿Te pasa? No te hables como no le hablarías a un amigo.
2. Perfeccionismo.
Aunque parezca mentira, de aquí salen muchas depresiones. Nos han inculcado que el perfeccionismo es algo a lo que aspirar: lo piden en las ofertas de trabajo, en el ámbito académico, etc.
En cuanto superas el «mucho» y te metes en «demasiado» se convierte en un factor paralizante. Si quieres que todo salga perfecto al final no le dejas salir, porque siempre hay algo que arreglar o mejorar. La perfección no existe. Baja tus expectativas y sácalo adelante lo mejor que puedas dentro de tus posibilidades o con las herramientas de las que dispongas.
3. Control absoluto.
Si tu lema es “si quieres las cosas bien hechas, hazlas tú” puede que seas una persona demasiado controladora y no sepas delegar en otros. Te quedarás sin tiempo, sin energía y sin ganas de seguir con tu proyecto.
Es imposible ser genial en todo. Imagínate que eres coach y quieres no solo contar tu historia y conectar con tu audiencia: quieres hacer tus diseños, quieres escribir tu contenido, quieres enviar tus mails, quieres llevar tu contabilidad, quieres, quieres, quieres.
¿Cuánto tiempo te quedará para disfrutar de tu trabajado y de lo que de verdad quieres hacer? Tendrías que formarte en mil cosas en vez de centrarte en tu negocio.
4. Fuerza de voluntad.
No siempre te apetecerá trabajar cuando esté cerca la fecha de entrega de un proyecto. No todas las tareas las disfrutarás por igual. Si sientes que te falta esa fuerza de voluntad e intentas abstraerte con otras cosas, intenta ir paso a paso y no agobiarte con todo el paisaje de golpe. La fuerza de voluntad es algo que se puede trabajar.
Algunas personas funcionan mejor con planificación a largo plazo y otras necesitan la adrenalina de ver más cerca la fecha de entrega del trabajo.
Conócete y descubre qué te da esa fuerza extra y te ayuda a sacar las cosas adelante.
5. Falta de compromiso.
A lo mejor te emocionas con un nuevo proyecto y quieres darlo todo, pero al tiempo ya has perdido toda la ilusión y quieres tirar la toalla. La huida no es una estrategia rentable. Te volverá a pasar con otros proyectos y en más aspectos de tu vida profesional y personal.
Implícate y en vez de «enamorarte» a primera vista, ve más despacio para no agobiarte con los problemas que inevitablemente van a surgir. Ten preparado un plan de acción y respuesta frente a lo que puede ir mal o ponerte trabas por el camino. Así no te llevarás una sorpresa agradable que te desilusionará de golpe, invitándote a dejarlo todo de lado.
6. Autoestima.
Puede que nunca te lo hayas planteado hasta ahora.
O sí.
¿Hay algo que te dice que no eres suficiente, que no puedes, que otros son mejores, que harás el ridículo?
Son señales de que es un bloqueo relacionado con tu autoestima y hay que trabajar esos puntos.
La confianza en ti no saldrá hasta que decidas tenerla. Todos los que se lanzan, se exponen, actúan, tienen el mismo miedo al ridículo que tú. La diferencia está en que deciden salir y enfrentar sus miedos.
Date el permiso para actuar, aunque las cosas no salgan perfectas a la primera. A la segunda, ya habrás aprendido mucho.
¿Desbloqueamos la comunicación de tu marca?
Agenda en el botón de abajo, una primera reunión gratuita conmigo, y lanzamos el cohete de tu negocio al espacio 🚀
Komentáře