
Tu forma de comunicarte con tu comunidad y tus clientes potenciales, actuales y antiguos, conforma tu identidad de marca, su personalidad y la imagen que tienen de ella los demás.
Para que esa relación sea duradera y sólida, necesitas trabajarla de forma efectiva. Te doy las 5 claves principales para que empieces a definir tu estrategia de comunicación.
Avatar
Define a tu buyer persona (te ayudo a hacerlo aquí) e investiga sus gustos, necesidades, deseos, etc. Debes tener una imagen casi real de él o ella.
Puedes realizar encuestas a tus clientes, investigar el mercado y sobre todo, analizar tus datos a fondo. Tienes mucha información sobre tus clientes, ahora decide qué tienen ellos en común y forma grupos de segmentación adecuados.
Si estás empezando, analiza tu producto o servicio y averigua quién sería su consumidor ideal.
Coherencia
Tu identidad visual debe estar en perfecta armonía y concordancia con tu identidad verbal.

Si eres muy formal en tus mensajes, pero, por el contrario, tu identidad visual es muy jovial y desenfada, causarás confusión en tu público y no lograrán sentirse identificados contigo ni los de un grupo ni los de otro.
Todos tus diseños y mensajes deben estar alineados. Imagínate una web muy clásica, donde se habla de usted al cliente y un perfil de Instagram lleno de memes y palabrotas.
En función de tu público, deberás adaptar tu personalidad de marca para que resuene con ellos y seas su marca de referencia en tu sector.
Autenticidad
Nadie sigue a clones ni marcas sin personalidad. Hoy en día estamos saturados por toda la información que nos llega constantemente. Si juegas un papel, pretendes ser otra persona y solo estás copiando lo que otros miles ya están haciendo, no podrás sobresalir de ninguna manera.
Cada persona es única, cada marca es única. Busca tu valor diferenciador y muéstrate con sinceridad a tu público. Se sentirán cercanos a ti, tu marca o tus productos y entonces tendrás clientes fieles dispuestos a seguirte y comprarte.
Consistencia
Puedes tener la mejor web, pero si tus clientes potenciales solo se quedan en las redes sociales, donde tienes un perfil vacío, con erratas, fotos pixeladas, información que no tiene que ver con tu negocio… generarás desconfianza.
De la misma forma, si tienes miles de seguidores, publicaciones con estrategia y mensajes profesionales, pero tu web es una auténtica castaña, el cliente se preguntará por qué descuidas tu web y si se puede fiar realmente de tu trabajo.
Aplica esto a tu email marketing, descripciones de productos, etc.
Sé consistente en todos tus canales de comunicación. Si no tienes tiempo o capacidad de llevar todos, tienes dos opciones:
Delegar.
Quedarte solo con los canales de comunicación que puedas gestionar de forma efectiva.
Relevancia
El centro de tu comunicación no puede ser tu producto o servicio. Siento decírtelo, pero… a nadie le importa.
Buscamos experiencias usando esos productos o servicios, queremos beneficios, no un cachivache más.
En tu comunicación ten siempre presente las necesidades de tu público objetivo. ¿Qué necesitan? ¿Cómo ayudarles con sus “dolores”?
Crea en la mente de tu avatar la imagen de esa experiencia maravillosa con tu producto o servicio, cómo mejorá su vida, cómo tendrá más tiempo libre al delegar en tu empresa, etc.
Eso es justo lo que considerará relevante y querrá seguir escuchándote o leyéndote.
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